Cada día somos más conscientes de la necesidad que tenemos de cuidar y proteger el entorno que les rodea. Gracias a las energías limpias renovables y sostenibles podemos ayudar a evitar la contaminación, y con ello el calentamiento global. Para ello disponemos a nuestro alcance estas energías, una de las cuales es la energía BIOMASA.
A continuación vamos a exponer las principales dudas y preguntas que pueden surgir cuando estanos pensando en instalar energía solar fotovoltaica.
La biomasa es una energía renovable de alta eficiencia energética. Se puede considerar biomasa toda materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado. Por tanto, la energía biomasa es toda materia orgánica originada en un proceso biológico y utilizable como fuente de energía.
El origen de la energía de la biomasa puede ser tanto vegetal o animal y, a su vez, puede haber sido obtenida de manera natural o mediante transformaciones artificiales que se realizan en las centrales de biomasa.
Tal y como se comenta en el punto anterior, la biomasa puede tener diferentes orígenes: origen residual, origen natural, biomasa producida.
Así pues, toda biomasa que no haya sido producida será una biomasa no densificada. Por ejemplo: huesos de aceitunas, astillas, entre otros.
Aunque el material más utilizado es la madera, ya sea en forma de pellets, serrín, astillas o restos, la materia prima de la biomasa está presente en residuos forestales (limpieza de montes), residuos agrícolas (podas de los cultivos), residuos agroalimentarios (subproductos y residuos de procesos de la industria alimentaria y ganadera) y, aunque parezca extraño, en la basura que generamos en las ciudades.
Los pélets de biomasa son un biocombustible estandarizado a nivel internacional.
Se conforman como pequeños cilindros procedentes de virutas molturadas y secas y la compactación de serrines, provenientes de serrerías, de otras industrias, o se producen a partir de astillas y otras biomasas de diversos orígenes, como los agropélets.
En el proceso de peletización no se utilizan productos químicos sino simplemente presión y vapor, aunque es posible encontrar también un porcentaje reducido de aditivos biológicos.
Es importante que el suministrador de pélets indique explícitamente el origen y tipo de biomasa del que están compuestos (puesto existen otros tipos de pélets no aptos para las calderas de biomasa).
Para su uso en la climatización de viviendas y grandes edificios, se recomienda el uso de pélets de madera natural.
Por lo general, un pélet de madera bueno presenta:
Una central de biomasa es una instalación industrial diseñada para generar energía eléctrica a partir de recursos biológicos.
Así pues, podemos decir que las centrales de biomasa utilizan fuentes renovables y limpias para la producción de energía eléctrica.
Por otro lado no hemos de olvidar que la biomasa es la única fuente de energía que aporta un balance de CO2 favorable, siempre y cuando la obtención de la biomasa se realice de una forma sostenible y renovable. Y, podemos decir que esto ocurre cuando el consumo del recurso se hace más lentamente que la capacidad de la Tierra para regenerarse.
Los usos de la biomasa son variados y para un gran número de aplicaciones. Estas aplicaciones pueden estar dentro del ámbito doméstico como en al ámbito industrial. A continuación un desglose de los usos más destacados de la energía biomasa:
Las calderas de biomasa pueden dotar a los edificios de calefacción, o de calefacción y agua caliente sanitaria, y su fiabilidad es equiparable a los sistemas habituales de gas o gasóleo.
La caldera de biomasa es una alternativa limpia a las calderas que consumen combustibles fósiles puesto que utiliza fuentes de energía naturales de fácil regeneración. Entre ellos podemos destacar pellets de madera, huesos de aceituna, residuos forestales, cáscaras de frutos secos, etc.
Las calderas de biomasa pueden ofrecer calefacción o calefacción + ACS (agua caliente sanitaria).
Las calderas de biomasa pueden clasificarse atendiendo al tipo de combustible que admiten y a la clase de tecnología que utilizan.
Según el tipo de combustible, existen tres tipos de calderas de biomasa:
La clasificación en función de su tecnología, las calderas se dividen en cuatro grupos:
El funcionamiento de una caldera de biomasa es muy similar al de cualquier otra tipología de caldera: el calor generado durante la combustión se transmite a un intercambiador de calor mediante un circuito de agua caliente.
Una instalación de energía de biomasa está formada por los siguientes elementos:
El mantenimiento de las instalaciones con calderas de biomasa se debe de realizar por medio de una Empresa Autorizada de acuerdo con lo establecido en el RITE y registrada en el Organismo Competente de la Comunidad Autónoma donde se encuentre la instalación.
Aunque todos conocemos las estufas de pellets como una caldera de biomasa, en realidad éste es únicamente un tipo de caldera de biomasa para vivienda o vivienda unifamiliar y uso doméstico.
Así pues de calderas de biomasa podemos encontrar calderas domésticas y calderas industriales.
De acuerdo con el RITE, a las calderas de biomasa utilizadas para la producción de calor deben ofrecer un rendimiento mínimo instantáneo del 75%.
Cualquiera de las calderas de biomasa disponibles en el mercado supera el 75% de rendimiento de acuerdo a las especificaciones de los fabricantes, pero es importante verificar el rendimiento si se trata de calderas convencionales de carbón o gasóleo adaptadas para su uso con biomasa, aunque normalmente superan el rendimiento del 75% sin dificultad.
En lo que se refiere a las calderas de biomasa domésticas, los criterios para elegir la mejor caldera de biomasa o pellets podemos resumirlos, principalmente, en los siguientes:
Las estufas de biomasa sin salidas de humos, a nivel doméstico, ofrecen grandes y numerosas ventajas. La ventaja principal es que, al no necesitar de una chimenea, podemos ubicarla en cualquier lugar del hogar y son movibles.
Pero, antes de decidirnos a su instalación, hay que tener en cuenta lo siguiente, ya que, por lo general, no vas a poder instalarla ( la normativa en España, tal y como figura en la normativa RITE, no permite la instalación de estufas de pellets o cualquier equipo que cree una combustión sin salida de humos).
La generación eléctrica mediante biomasa está suscitando cada vez mayor interés.
Tecnicamnete se trata de un proceso sencillo. Para ello la madera (combustible) se emplea para calentar unos conductos llenos de agua convirtiendose en vapos y aumentando la temperatura que hará mover una turbina conectada a un generador eléctrico. La energía cinética de la turbina se transforma en electricidad mediante el generador.
La generación de electricidad y calor por biomasa es una realidad que ya se da en centrales eléctricas europeas que sustituyen el carbón o el gas por la biomasa para obtener energía a través de cogeneración, como por ejemplo: Studtrusp y Avedore en Dinamarca; Drax y Tilburi en Reino Unido; o Alholmens Kraft en Finlandia.
A nivel doméstico, aunque ya existen empresas que están desarrollando y empezando a comercializar, aún esta en una fase muy inicial. Hay que tener en cuenta el tamaño de la caldera de biomasa y el gran deposito de almacenamiento necesario.
Tanto la aerotermia como la biomasa (reconocidas como fuente energética renovable por la Directiva Europea 2009/28/CE) son dos sistemas de climatización basadas en energías limpias y de gran eficiencia energética. Dentro de las energías limpias renovables, la aerotermia y la biomasa son las que destacan por encima del resto debido a sus características, su rendimiento y su eficacia.
Aunque existen grandes diferencias entre ellas, tanto en relación a aspectos de puesta en marcha como de funcionamiento.
En lo que se refiere al mantenimiento, la aerotermia necesita un menor mantenimiento y es más limpio por lo que resulta una apuesta muy rentable mucho más limpio que en el caso de la biomasa.
Tanto la calefacción y el agua caliente sanitaria procedentes de la biomasa se obtienen de la quema de todos estos componentes en calderas especiales, por lo que es necesario un almacenamiento ya que el suministro de materia orgánica debe ser continuo para su correcto funcionamiento.
En lo que se refiere a eficiencia energética, las diferencias entre la aerotermia y la biomasa también existen claras diferencias situando por encima a la aerotermia gracias a su tecnología que utiliza una energía totalmente limpia y gratuita (entre un 70-80%) que es el aire (el resto residual se realiza con electricidad).
La combinación de una caldera de biomasa con un sistema de energía solar térmica es una opción particularmente atractiva que puede suministrar todas las necesidades de calefacción y agua caliente sanitaria de una instalación (como lo puede hacer la aerotermia).
Como sabemos, la energía solar no es constante, por lo que es necesario disponer de un sistema auxiliar de apoyo. Es aquí donde entra la caldera de biomasa.
La sustitución de las calderas convencionales por calderas de biomasa como sistema de apoyo tiene ventajas ecológicas ya que permite reducir la emisión de gases contaminantes, así como la reducción de los costes de climatización y ACS de un edificio o vivienda unifamiliar.
En la epoca estival, la instalación solar puede proporcionar el 100% de la energía demandada y la instalación de biomasa puede permanecer parada, reduciendo sus costes de mantenimiento, sus emisiones y las pérdidas de energía.
En cambio, durante el invierno, el sistema de biomasa se emplea para proporcionar la energía que no puede obtenerse del sol.
En España estas aplicaciones mixtas deben cumplir los siguientes requisitos:
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Algunas referencias de interés: